Sor Lucía: “Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio.” FátimaMás
Sor Lucía: “Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio.”

Fátima
ľubica
Católicos Apostólicos
Sor Lucía dijo: “Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los últimos tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos.
El primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva es una batalla final, en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos …Más
Sor Lucía dijo: “Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los últimos tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos.
El primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva es una batalla final, en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio.”
Yo quiero comentarles algo que me ha tomado algún tiempo ordenar en mi propia mente. Alguna gente puede sentir que si es obediente a su superior inmediato, está, por lo tanto, del lado de Dios. Y ciertamente eso es verdad en muchos casos. Sin embargo, nosotros tenemos el primer Papa, San Pedro, haciendo esa distinción por nosotros; cuando el superior inmediato está dándonos ordenes contrarias a la voluntad de Dios, “Nosotros debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 5:29)...
El Papa Bonifacio VIII señala que hay dos espadas, la espada de la autoridad temporal y la espada espiritual. Pero ambas son dadas por Dios. Y la autoridad temporal es menor que la espiritual. Pero la espiritual misma viene de Dios y la autoridad espiritual no puede contradecir la autoridad de Dios. Y así, nosotros debemos elegir por la de Dios antes que nada e incluso ante cualquier orden de un gobernante temporal o un gobernante espiritual si ese gobernante temporal o espiritual está ordenándonos hacer algo contrario a la voluntad de Dios.
¿Como sabemos cual es la voluntad de Dios? Nosotros la conocemos sobre todo, yo diría, por las Escrituras, por la Sagrada Tradición y por el Magisterio Solemne –la definición infalible de la Iglesia. Es sobre estas definiciones de la Iglesia que nosotros debemos distinguir para saber cuales son nuestras obligaciones dadas por Dios..