bottegadivina.blog

Job, el libro mas antiguo

El libro de Job es uno de los libros Sapienciales, que figura en el Tanaj hebreo y la Biblia, fue escrito alrededor del año 1500 aC por Moisés, lo cual lo convierte en el libro …
Worldmates compartió esto
60
Marcelo Fernando de Argentina
Gracias Bottega!!!! Sólo un detalle. Platón no habla exactamente del bueno "crucificado". No utiliza esa palabra.
Bottega
Si existiese un justo perfecto en este mundo, llegando a la conclusión de que habría sido crucificado (cf. Politeia II 361e-362a).Dirán que si realmente lo es, el justo será azotado, lo estirarán en el potro, lo tendrán atado, le harán quemaduras en ambos ojos y al final, tras sufrir toda clase de dolores, será crucificado y descubrirá que no hay que ser justo, sino querer dar la impresión de …Más
Si existiese un justo perfecto en este mundo, llegando a la conclusión de que habría sido crucificado (cf. Politeia II 361e-362a).Dirán que si realmente lo es, el justo será azotado, lo estirarán en el potro, lo tendrán atado, le harán quemaduras en ambos ojos y al final, tras sufrir toda clase de dolores, será crucificado y descubrirá que no hay que ser justo, sino querer dar la impresión de que lo eres.
Bottega
"Sócrates: - «Entonces no habrías asistido sin duda a las elecciones populares, ni a los juicios, ni en las milicias, ni en otros muchos lugares en los que los hombres se ven obligados a mostrar su justicia, y, al igual que en estos lugares, no habrías estado dispuesto a sufrir las posibles consecuencias de que otros sean justos o injustos contigo. Habrías pensado que era una cuestión de vida o …Más
"Sócrates: - «Entonces no habrías asistido sin duda a las elecciones populares, ni a los juicios, ni en las milicias, ni en otros muchos lugares en los que los hombres se ven obligados a mostrar su justicia, y, al igual que en estos lugares, no habrías estado dispuesto a sufrir las posibles consecuencias de que otros sean justos o injustos contigo. Habrías pensado que era una cuestión de vida o muerte, más allá de lo que parece. Así que el hombre que es verdaderamente justo y está dispuesto a no ser injusto, aunque tenga la reputación de serlo, es que se comporta de esta manera por la prudencia o el miedo al castigo, aunque también podrían decir que su castigo será el máximo en las manos de los dioses. Pero si alguien les dijera que es lo mismo ser justo que parecerlo, y que lo mismo que no hay necesidad de ser realmente sano, sino de parecerlo, no os sorprenderíais, ¿verdad? Y no estaríais de acuerdo en que, en la prudencia humana, lo que se busca no es el verdadero sino el aparente bien; el verdadero es difícil y áspero, y sólo se puede lograr con la filosofía; el aparente, fácil y accesible a todos; pero hay que seguir la opinión de los demás, lo cual, siendo indolente y cobarde, se prefiere a la verdad». - «En efecto», dijo Glauco. - «Y así, debido a estas y a otras razones semejantes, los buenos llegan a estar completamente de acuerdo en que, aunque parezcan ser injustos, no es absolutamente necesario serlo, sino parecerlo, pues el que parece ser injusto, pero no lo es, lleva una vida más agradable que el que lo es, mientras que el que parece justo, pero no lo es, lleva una vida más agradable que el que lo es; y el que parece serlo, pero no lo es, lleva una vida más agradable que el que parece serlo, pero no lo es». - «Pero aquí hay una cuestión», dijo yo, «y la voy a plantear: ¿No se da el caso de que los que tienen esta opinión y, además, viven de acuerdo con ella, son, en su mayoría, los menos competentes para hacer daño a un Estado?». - «Sin duda», dijo Glauco. - «Así que, si partimos de la idea de que la injusticia es más rentable que la justicia, nos enfrentamos a algo inusual en el caso de que sean los menos capaces de cometerla los que la consideren más rentable». - «Parece», dijo Glauco, «que aquí hay algo razonable». - «Bueno, veamos, en consecuencia, si lo siguiente también lo es», dije yo. «Porque, si lo siguiente es razonable, lo siguiente también lo será: no sería nada extraño que lo mejor fuera más fuerte que lo peor». - «Claro», dijo. - «Entonces, Glauco, estáis de acuerdo conmigo en que lo mejor es más fuerte que lo peor, ¿no?». - «Sí». - «Entonces, lo mejor de todo es también el más justo». - «De acuerdo». - «Así que el más justo será también el más fuerte». - «Por necesidad». - «Así que, mientras los que están dispuestos a ser injustos y a parecerlo son más débiles, el más justo es también el más fuerte, ¿verdad?». - «Así parece».
Marcelo Fernando de Argentina
En mi traducción de República II, utiliza otra palabra diferente a crucificado, pero igual no creo que sea tan importante. Gracias igual.