Historia admirable llena de realismo. Aqui se ve que todo ser humano somos muy apegados a nuestros propios intereses, pero la mano de Dios allí esta, para hacer su obra de amor. Gracias Santa Laura Montoya que hasta ahora te conozco y que todo el mundo sepa del amor de Dios, que Dios siempre ha querido estar con nosotros, con nuestros defectos enseñandonos al mismo tiempo que podemos superar los hegoismos con su ayuda infinita que nunca nos deja de su mano. Así como el padre se dio por vencido cuando vio la señal en el cristo que lloro sangre y comprendio que eso venia de Dios, que El Dios quería su obra y miraba con beneplácito la gran obra de Laura que con tantisisimos sacrificios había hecho su obra y la quería llevar al vaticano para su aprobación. Muchas gracias llore mucho en este ultimo capitulo, porque allí me di cuenta que Dios es el que rige su iglesia Catolica y nunca la ha abandonado. Bendito seas padre mío padre Santísimo, apiádate de todos nosotros de nuestras miserias, y has que volvamos a florecer como nuevos racimos de olivo agradables a ti padre celestial. Jesus mío te amo.